25 nov 2009

21 nov 2009

Tu perro y el nuevo bebé














Si hasta ahora la responsabilidad del cuidado del perro ha sido tuya, es bueno empezar a compartir esta responsabilidad de a poco con tu pareja, sobre todo si es que serás tú el o la que dedicarás más tiempo al cuidado del bebé. Al hacerlo permitirás que el perro se vuelva más independiente y en cuanto llegue el niño no se sienta tan excluido.

Para posibilitar una adaptación gradual, se puede acercar la ropita del bebé haciendo que el animal la huela para que no le resulten tan extraños estos olores. Cuando lleves al bebé a tu casa, ten en cuenta que la primera impresión mascota-bebé es muy importante.

La forma en que la mascota y el bebé se descubran desencadenará el tipo de relación que se genere entre ellos. Por lo tanto, cuando llegues a tu casa, acerca al bebe lentamente al perro y permite que lo olfatee mientras lo sostienes. Esto te permitirá estudiar y anticipar las reacciones del animal. Acaricia y calma a tu mascota y cuando quiera lamerlo, evita gritar un: ¡No! con desesperación, es mejor un tono firme, pero delicado. No asustes al animal, ni hagas que éste se sienta un intruso en tu casa.

Es una buena práctica compartir algunas rutinas con el perro, por ejemplo que pueda estar presente cuando paseas, bañas o cambias al bebé.

Al principio, no dejes a tu mascota sola con el niño. Por más educado y cariñoso que sea tu perro, en su afán de curiosear, puede voltear, sin querer, la cunita por tratar de acariciarlo con su pata, o arañarlo involuntariamente.

Ten especial cuidado cuando el niño empieza a gatear o moverse. En esta etapa la criatura se mueve de modo imprevisible y puede perder el equilibrio cayendo sobre el animal, quien podrá asustarse y reaccionar instintivamente.

A medida que el niño crezca y comience a hablar, hay que enseñarle que el perro es un ser vivo que debe ser respetado. Por lo tanto, si le tiran de las orejas o la cola, intentará defenderse alejándose o gruñendo.

Enseñarles a convivir y respetarse en los momentos de sueño, comida, o si el animal está cansado de jugar, es fundamental para lograr una buena relación entre tu hijo/a y tu mascota.

14 nov 2009

Cómo bañar el bebé por primera vez


Son muchas las inquietudes, las dudas, y las preguntas que las mamás y los papás se hacen cuando tienen que bañar a su bebé por primera vez.
Normalmente se sienten inseguros y ansiosos, y con algo de miedo, principalmente cuando son padres primerizos, y tienen que bañar a su bebé. Se preguntan cómo deben sujetarlo, manejarlo, y qué cuidados deben tener. Muchos dudan de cómo lavar las orejitas, cuál es la temperatura ideal del agua, y de muchos otros detalles.
Pero, tranquilos, son dudas normales, compartidas por muchísimos padres. El bebé necesita de dos o tres baños semanales en las temporadas más frías. En las épocas más calurosas, podrás bañarlo con más frecuencia.

Cómo empezar el baño del bebé

Cuando tengas todo el material necesario, lávate las manos, y en seguida cierra bien la puerta y la ventana de la habitación donde bañarás al bebé, para evitar corrientes de aire. Y siga pasos:

1- Comprueba de que la bañera está limpia. Llena la bañera con agua tibia. Utiliza el codo o la parte interior de la muñera para comprobar que la temperatura es apropiada. Puedes utilizar un termómetro de baño. El agua no debe superar dos 30 grados centígrados.

2- Desnuda al bebé, límpiele la zona del pañal, y envuélvalo en una toalla.

3- Límpiale la carita y las orejas con un trocito de algodón húmedo.

4- Sostenga al bebé con su brazo derecho, del mismo modo como si llevaras una pelota, inclínelo sobre la bañera, y con la mano izquierda, y lávele la cabeza con el mínimo de champú. Enjuague bien y seque para cepillar después.
5- Lavada la cabeza, sostenga los hombros del bebé con una mano, introduciendo los dedos por debajo del sobaco y sosteniéndole das piernas o el trasero con la otra mano. Es importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras lo manejas.
6- Introduzca al bebé en el agua. Mantenga una mano por debajo de los sus hombros, de modo que tenga los hombros y la cabeza fuera del agua, y utilice la otra mano libre para lavarlo.

7- Con o sin esponja, lave, enjuague, y seque de arriba abajo. Primero el pecho, los brazos, las manos, hasta las piernas y los pies.

8- Gire al bebé para lavar la espalda y el trasero.

9- Una vez que esté limpio y enjuagado, levántelo con suavidad y cúbralo con una toalla.

10- Séquelo bien, y lo envuelvas para darle calor.
Bañar a un bebé recién nacido A un bebé recién nacido, lo ideal es darle un baño seco, sin inmersión en el agua, en los primeros días. Antes de desnudar al bebé, se limpia su cabecita con una esponja suave y humedecida con agua tibia. Con un algodón también humedecido en agua tibia, y algo de jabón, se limpia los ojitos, la nariz, la carita y las orejas, y luego todo el cuerpo. En seguida se enjuaga todo con una toalla suave, sin frotar.
Séquelo y póngale su ropita limpia. Es importante que revises el cordón y el área del ombligo.

1 nov 2009